Qué es el capitoné y cuál es su origen

Si te pedimos que nos digas cosas que asocias con Reino Unido quizás te salga decir el autobús de dos pisos, las cabinas rojas, los Beatles, el té de las cinco y el Chesterfield. Este sofá, que tiene tanto aire británico como la propia Reina de Inglaterra, es un clásico que no pasa de moda, y ahí están las entrevistas de Risto Mejide para demostrarlo.

Pero, ¿Qué tiene que ver el sofá Chester, que es como se le conoce comúnmente, con el capitoné? Pues todo. “A finales del siglo XVIII el Vizconde de Chesterfield, Inglaterra, le pidió a un reconocido tapicero que creara un sofá para que los caballeros de la aristocracia no perdieran la postura elegante durante sus charlas o cuando tomaban el té. De este encargo surgió el famoso sillón Chester con el tapizado en capitoné que permitía que la tela o piel estuviese siempre tensa pero mantuviera el mullido”, explica Guillermo Ortega, CEO de Doos Interiorismo.

Hay que reconocer que el tapicero sabía muy bien lo que hacía porque ahí está la durabilidad del Chester para demostrarlo: amén de la materia prima que se utilice en su fabricación, lo cierto es que la técnica del capitoné permite esa tensión que hace que muchos le reconozcan su aire distinguido al Chester, pero critiquen su comodidad. Es cierto, mullido mullido… no lo es mucho. Es robusto, pero de primeras, no invita al descanso.

También hay que decir que el Chéster es un sofá masculino, aunque solo sea por su historia: era el mueble donde se sentaban las élites de los clubes privados de Londres a los que, durante muchos años, solo podían acceder hombres.

“El capitoné consiste en dar puntos de tensión en una superficie acolchada, dando lugar a unas arrugas (buscadas) que crean formas geométricas en la tela. Eso hace que la tela lisa tenga más gracia por el juego de luces, sombras y texturas, y que no salgan arrugas cuando la tela está destensada después de que alguien se haya apoyado en ella”, continúa Ortega.

Evidentemente, el capitoné ha ido más allá del Chéster: “Actualmente es un tapizado que

se utiliza habitualmente en la decoración en múltiples usos: sillas y sillones, cabeceros

de cama y sofás. Incluso el mundo del automóvil se ha dejado seducir por esta técnica”, finaliza.

La palabra capitoné viene del francés “capitonner”, que significa acolchar o tapizar. Se integró a nuestro idioma quitándole una n. La técnica clásica del capitoné se compone de un único trozo de tela, lo que hace que el cálculo de la cantidad necesaria tenga su dificultad, porque además, las arrugas que se generan entre los botones hacen que la cantidad necesaria sea mayor de lo que pueda pensarse a primera vista.

En definitiva, este acolchado, que da un toque inglés a cualquier habitación, sigue estando de moda y es de lo más versátil porque encaja bien en decoraciones clásicas pero también, en ambientes contemporáneos. Y el Chéster, qué duda cabe, es ya un objeto icónico de la decoración.